Resulta absolutamente increíble comprobar que un cantante con una carrera musical tan errática y poco prolífica desde su salida de Skid Row pueda generar tanta expectativa con la edición del primer álbum completo que graba en solitario, ya que en su debut “Bring 'Em Bach Alive” (1999) se entremezclaban una serie de nuevas grabaciones con un puñado de clásicos de Skid su ex banda en directo, mientras “Bach 2: Basics” (2001) no era más que un compilado de todos los covers que el rubio vocalista había grabado para diferentes tributos y recopilatorios.
Y para alegría de todos, la larga espera ha valido la pena porque Sebastian Bach con “Angel Down” (2007) acaba de editar un disco que puede disputarse reñidamente el título de ser el mejor disco de su carrera desde “Slave To The Grind” (1991) junto a “Subhuman Race” (1994). El rubio y espigado cantante que sentara cátedra con Skid Row a fines de los 80’s y principios de los 90’s sobre como hacer hard rock y heavy metal con total honestidad y convicción en los EE.UU., vuelve con todo para ofrecernos simple y llanamente otro discazo más, pese a que su voz evidentemente ya no es la misma (los años no pasan en vano).
Para ello, el otrora llamado Baz ha echado mano de tres importantes y estratégicas jugadas. La primera de ellas fue juntar una banda absoluta e incuestionablemente sólida y competente con los guitarristas ‘Metal’ Mike Chlasciak (Halford, Painmuseum) y Johnny Chromatic, el batería Bobby Jarzombek (Halford, ex Iced Earth, Riot) y el bajista Steve DiGiorgio (Sadus, ex Death, Testament). La segunda fue conseguir que Roy Z, el gran artífice del éxito tras los últimos discos de Bruce Dickinson y Halford, produjera y mezclara el álbum con ayuda del ingeniero Pete Martínez. Y finalmente, la última de todas (y la menos relevante en realidad) ha sido invitar a su colega y compatriota Axl W. Rose (Guns N’ Roses) para compartir las labores vocales con él en tres canciones, las que constituyen las primeras grabaciones oficiales del pelirrojo vocalista desde “The Spaghetti Incident?” (1993).
Aunque “Angel Down” recupera de alguna manera el estilo y la potencia que transmitían “Slave To The Grind” y “Subhuman Race”, Baz y compañía también han querido incorporar algunas influencias más clásicas como las de Judas Priest y Black Sabbath (esto último por algunos riffs muy a lo Tony Iommi) junto con otros matices mucho más contemporáneos y actuales.
El inicio del disco con el propio tema-título “Angel Down” no podía ser más aplastante y demoledor, retomando la posta justamente donde la dejaron Skid Row en “Subhuman Race”, pues a estas alturas sus últimos trabajos con Johnny Solinger -“Thikckskin” (2003) y “Revolutions Per Minute” (2006)- resultan totalmente intrascendentes.
La primera sorpresa del disco llega con “You Don't Understand”, un corte de veloz heavy metal que recuerda ligeramente a los Helloween más contemporáneos (con Andi Deris al frente) y posee unas guitarras ultra melódicas, totalmente contrapuestas a las de la canción inicial.
En la metalizada versión del conocidísimo “Back In The Saddle” del clásico “Rocks” (1976) de Aerosmith, Bach y Rose comparten por primera vez las partes vocales (con cierto predominio del segundo registro), lo cual se repetirá de hecho en los dos cortes siguientes: la sincopada potencia de “(Love Is) A Bitchslap” y la demoledora descarga de “Stuck Inside” a medio camino entre Pantera y Fight.
El poderoso y desgarrador sexto tema, “American Metalhead”, acerca el sonido de la banda nuevamente a los Fight más hímnicos, inspirados y potentes, pese a que se trata de una excelente versión de los Painmuseum del hacha Chlasciak. Mientras que en el posterior “Negative Light” aparece la sombra del “Painkiller” (1990) de Judas Priest.
En “Live & Die” se combinan unas estupendas melodías vocales a cargo de Baz con una machacante base rítmica (imposible esperar otra cosa de dos monstruos de la talla de DiGiorgio y Jarzombek) que invita al headbanging inmediato; lo cual contraste totalmente con la siguiente “By Your Side”, una exquisita balada acústica que indudablemente recordará sus mejores años con clásicos de la talla de “Quicksand Jesus” o “I Remember You”.
El décimo “Our Love Is A Lie” recupera esos riffs a la Skid Row de canciones como “Piece Of Me” y parte de ese sabor añejo que en su momento dio a conocer al vocalista canadiense, aunque con un sonido plenamente actualizado.
Mucho menos ambiciosa es la hard rockera “Take You Down With Me”, que parece haber sido extraída del celebérrimo debut de su ex banda, “Skid Row” (1989); mientras que la directa “Stabbin’ Daggers” está mucho más emparentada con los últimos trabajos de Painmusseum o Halford.
Entre poderosos riffs entrecortados, la voz de Bach brilla con luz propia en la accesible “You Bring Me Down”, con una de las mejores líneas vocales de “Angel Down” y con los añorados y desgarradores gritos de antaño; pero la despedida final la pone la pianística “Falling Into You”, con voces dobladas, cierto regusto ochentero y un solo de Chlasciak que rebosa feeling por los cuatro costados.
Aunque hace un par de años ya nos había demostrado con “An Absence Of Empathy” (2005) de Frameshift que no había perdido ni un ápice de la fuerza y convicción de antaño, ahora Sebastian Bach regresa por la puerta grande para tapar la boca a sus detractores con el disco que todos sus seguidores habían estado soñando todos estos años…
Fuente: Metallerium
Y para alegría de todos, la larga espera ha valido la pena porque Sebastian Bach con “Angel Down” (2007) acaba de editar un disco que puede disputarse reñidamente el título de ser el mejor disco de su carrera desde “Slave To The Grind” (1991) junto a “Subhuman Race” (1994). El rubio y espigado cantante que sentara cátedra con Skid Row a fines de los 80’s y principios de los 90’s sobre como hacer hard rock y heavy metal con total honestidad y convicción en los EE.UU., vuelve con todo para ofrecernos simple y llanamente otro discazo más, pese a que su voz evidentemente ya no es la misma (los años no pasan en vano).
Para ello, el otrora llamado Baz ha echado mano de tres importantes y estratégicas jugadas. La primera de ellas fue juntar una banda absoluta e incuestionablemente sólida y competente con los guitarristas ‘Metal’ Mike Chlasciak (Halford, Painmuseum) y Johnny Chromatic, el batería Bobby Jarzombek (Halford, ex Iced Earth, Riot) y el bajista Steve DiGiorgio (Sadus, ex Death, Testament). La segunda fue conseguir que Roy Z, el gran artífice del éxito tras los últimos discos de Bruce Dickinson y Halford, produjera y mezclara el álbum con ayuda del ingeniero Pete Martínez. Y finalmente, la última de todas (y la menos relevante en realidad) ha sido invitar a su colega y compatriota Axl W. Rose (Guns N’ Roses) para compartir las labores vocales con él en tres canciones, las que constituyen las primeras grabaciones oficiales del pelirrojo vocalista desde “The Spaghetti Incident?” (1993).
Aunque “Angel Down” recupera de alguna manera el estilo y la potencia que transmitían “Slave To The Grind” y “Subhuman Race”, Baz y compañía también han querido incorporar algunas influencias más clásicas como las de Judas Priest y Black Sabbath (esto último por algunos riffs muy a lo Tony Iommi) junto con otros matices mucho más contemporáneos y actuales.
El inicio del disco con el propio tema-título “Angel Down” no podía ser más aplastante y demoledor, retomando la posta justamente donde la dejaron Skid Row en “Subhuman Race”, pues a estas alturas sus últimos trabajos con Johnny Solinger -“Thikckskin” (2003) y “Revolutions Per Minute” (2006)- resultan totalmente intrascendentes.
La primera sorpresa del disco llega con “You Don't Understand”, un corte de veloz heavy metal que recuerda ligeramente a los Helloween más contemporáneos (con Andi Deris al frente) y posee unas guitarras ultra melódicas, totalmente contrapuestas a las de la canción inicial.
En la metalizada versión del conocidísimo “Back In The Saddle” del clásico “Rocks” (1976) de Aerosmith, Bach y Rose comparten por primera vez las partes vocales (con cierto predominio del segundo registro), lo cual se repetirá de hecho en los dos cortes siguientes: la sincopada potencia de “(Love Is) A Bitchslap” y la demoledora descarga de “Stuck Inside” a medio camino entre Pantera y Fight.
El poderoso y desgarrador sexto tema, “American Metalhead”, acerca el sonido de la banda nuevamente a los Fight más hímnicos, inspirados y potentes, pese a que se trata de una excelente versión de los Painmuseum del hacha Chlasciak. Mientras que en el posterior “Negative Light” aparece la sombra del “Painkiller” (1990) de Judas Priest.
En “Live & Die” se combinan unas estupendas melodías vocales a cargo de Baz con una machacante base rítmica (imposible esperar otra cosa de dos monstruos de la talla de DiGiorgio y Jarzombek) que invita al headbanging inmediato; lo cual contraste totalmente con la siguiente “By Your Side”, una exquisita balada acústica que indudablemente recordará sus mejores años con clásicos de la talla de “Quicksand Jesus” o “I Remember You”.
El décimo “Our Love Is A Lie” recupera esos riffs a la Skid Row de canciones como “Piece Of Me” y parte de ese sabor añejo que en su momento dio a conocer al vocalista canadiense, aunque con un sonido plenamente actualizado.
Mucho menos ambiciosa es la hard rockera “Take You Down With Me”, que parece haber sido extraída del celebérrimo debut de su ex banda, “Skid Row” (1989); mientras que la directa “Stabbin’ Daggers” está mucho más emparentada con los últimos trabajos de Painmusseum o Halford.
Entre poderosos riffs entrecortados, la voz de Bach brilla con luz propia en la accesible “You Bring Me Down”, con una de las mejores líneas vocales de “Angel Down” y con los añorados y desgarradores gritos de antaño; pero la despedida final la pone la pianística “Falling Into You”, con voces dobladas, cierto regusto ochentero y un solo de Chlasciak que rebosa feeling por los cuatro costados.
Aunque hace un par de años ya nos había demostrado con “An Absence Of Empathy” (2005) de Frameshift que no había perdido ni un ápice de la fuerza y convicción de antaño, ahora Sebastian Bach regresa por la puerta grande para tapar la boca a sus detractores con el disco que todos sus seguidores habían estado soñando todos estos años…
1 comentario:
de lejos entre los mejores discos del 2007
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