El Heavy Metal cristalizó con Black Sabbath. Ellos conjugaron como nadie, y por primera vez, una imagen oscura y un sonido grueso distinto al de otros grandes del Hard Rock de los 70, distiguido por los riffs del maestro Tommi Iommi.
Ningún álbum de Black Sabbath es redondo, pero si hemos de escoger los dos o tres mejores, uno de ellos sería sin duda “Paranoid”. Quizás su primer disco fue el más revolucionario, pero en el segundo maduró su estilo (en el primero aún se veían reminiscencias del blues rock del final de los 60) resultando, en conjunto, más consistente (aunque con menos variedad).
“War Pigs” es un comienzo fortísimo, uno de los temas más inspirados de la banda (versioneado, entre otros, por Faith No More y Gov’t Mule), donde esa mezcla de ritmos lentos y rápidos, y la combinación de diferentes riffs, resulta más dinámica y brillante. Al margen de la interpretación de Iommi, adoro los dibujos del batería Bill Ward, y no sobra ni un segundo de los 8 minutos que dura el corte.
“Paranoid” es el “single”. Es directo, corto, tiene un riff imaginativo y un traqueteo de guitarra demoledor. Estamos en 1970, señores, un año después del Flower Power, y los Sabbath debieron ser una conmoción en el rock británico. No tengo razones para ignorar “Planet Caravan”, aunque pueda considerarse una “anomalia” de su repertorio. De hecho, me encanta el sonido de la percusión, el toque fantasmal de la voz filtrada de Ozzy,… es un tema reposado, donde Iommi se permite un solo jazzy que domina la segunda mitad de la canción.
“I am Iron Maaaaan”… Así se anuncia Ozzy en la que podría ser uno de los momentos más inspirados de Black Sabbath. Iommi da otra vuelta de tuerca con la distorsión de su riff inicial, que es afiladísimo, pesado, perfectamente construido. La estructura de la canción es “marca de la casa”: desarrollos de cierta complejidad, con una combinación de partes lentas y rápidas, idas y venidas de un riff a otro… “Electric Funeral” es más lenta -salvo un acelerón intermedio-, y en ella Iommi logra el sonido más tétrico en su guitarra -doblado por el bajo de ultratumba de Butler-, mientras Ozzy canta al unísono. Creo que tras el bombazo de “Iron Man”, este tema baja ligeramente el listón.
“Hand Of Doom” y “Fairies Wear Boots” usan ese patron “marca de la casa” del que hablaba antes: melodías ralentizadas, partes más veloces… en este caso, no llegan a la brillantez de “War Pigs” -incluso pueden llegar a hacerse largas-, pero mantienen un gran nivel. “Hand Of Doom” tiene un riff que me recordó lejanamente a “Sunshine Of Your Love” de Cream. La segunda cierra el album, y tiene una introducción muy lograda. Iommi enseña más variedad en las guitarras y se luce en los solos -que economiza, sin embargo, en el resto del álbum-. Es curioso, pero solo final me recuerda ligeramente a parte de la introducción de “From Whom The Bells Tolls”, de Metallica. Entre ambas, “Rat Salad” sirve de vehículo de lucimiento de Bill Ward (al estilo de “Toad” de Cream y “Moby Dick” de Led Zeppelin), pero sus dos minuto y medio de duración evitan que se haga aburrida.
“Paranoid” es un referente para el Heavy Metal. Es verdad que las letras pueden ser algo “primarias”, y que la voz de Ozzy es discutible -a pesar de su absoluto carisma-. A pesar de todo, este es un clásico absoluto, uno de los discos más sorprendentes del género.
Tracklist:
1) War Pigs
2) Paranoid
3) Planet Caravan
4) Iron Man
5) Electric Funeral
6) Hand Of Doom
7) Rat Salad
8) Fairies Wear Boots.
Mejor Canción: Iron Man
Fuente: Metal4all
Ningún álbum de Black Sabbath es redondo, pero si hemos de escoger los dos o tres mejores, uno de ellos sería sin duda “Paranoid”. Quizás su primer disco fue el más revolucionario, pero en el segundo maduró su estilo (en el primero aún se veían reminiscencias del blues rock del final de los 60) resultando, en conjunto, más consistente (aunque con menos variedad).
“War Pigs” es un comienzo fortísimo, uno de los temas más inspirados de la banda (versioneado, entre otros, por Faith No More y Gov’t Mule), donde esa mezcla de ritmos lentos y rápidos, y la combinación de diferentes riffs, resulta más dinámica y brillante. Al margen de la interpretación de Iommi, adoro los dibujos del batería Bill Ward, y no sobra ni un segundo de los 8 minutos que dura el corte.
“Paranoid” es el “single”. Es directo, corto, tiene un riff imaginativo y un traqueteo de guitarra demoledor. Estamos en 1970, señores, un año después del Flower Power, y los Sabbath debieron ser una conmoción en el rock británico. No tengo razones para ignorar “Planet Caravan”, aunque pueda considerarse una “anomalia” de su repertorio. De hecho, me encanta el sonido de la percusión, el toque fantasmal de la voz filtrada de Ozzy,… es un tema reposado, donde Iommi se permite un solo jazzy que domina la segunda mitad de la canción.
“I am Iron Maaaaan”… Así se anuncia Ozzy en la que podría ser uno de los momentos más inspirados de Black Sabbath. Iommi da otra vuelta de tuerca con la distorsión de su riff inicial, que es afiladísimo, pesado, perfectamente construido. La estructura de la canción es “marca de la casa”: desarrollos de cierta complejidad, con una combinación de partes lentas y rápidas, idas y venidas de un riff a otro… “Electric Funeral” es más lenta -salvo un acelerón intermedio-, y en ella Iommi logra el sonido más tétrico en su guitarra -doblado por el bajo de ultratumba de Butler-, mientras Ozzy canta al unísono. Creo que tras el bombazo de “Iron Man”, este tema baja ligeramente el listón.
“Hand Of Doom” y “Fairies Wear Boots” usan ese patron “marca de la casa” del que hablaba antes: melodías ralentizadas, partes más veloces… en este caso, no llegan a la brillantez de “War Pigs” -incluso pueden llegar a hacerse largas-, pero mantienen un gran nivel. “Hand Of Doom” tiene un riff que me recordó lejanamente a “Sunshine Of Your Love” de Cream. La segunda cierra el album, y tiene una introducción muy lograda. Iommi enseña más variedad en las guitarras y se luce en los solos -que economiza, sin embargo, en el resto del álbum-. Es curioso, pero solo final me recuerda ligeramente a parte de la introducción de “From Whom The Bells Tolls”, de Metallica. Entre ambas, “Rat Salad” sirve de vehículo de lucimiento de Bill Ward (al estilo de “Toad” de Cream y “Moby Dick” de Led Zeppelin), pero sus dos minuto y medio de duración evitan que se haga aburrida.
“Paranoid” es un referente para el Heavy Metal. Es verdad que las letras pueden ser algo “primarias”, y que la voz de Ozzy es discutible -a pesar de su absoluto carisma-. A pesar de todo, este es un clásico absoluto, uno de los discos más sorprendentes del género.
Tracklist:
1) War Pigs
2) Paranoid
3) Planet Caravan
4) Iron Man
5) Electric Funeral
6) Hand Of Doom
7) Rat Salad
8) Fairies Wear Boots.
Mejor Canción: Iron Man
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