Después de no sé cuántos años encarcelado por apuñalar hasta a la muerte al –obviamente desde ese momento– legendario Euronymous, líder de Mayhem en 1993, Count Grishnackh, Kristian “Varg” Vikernes o simplemente Burzum, saca su primer disco de black metal desde el Filosofem en 1996.
La estética asociada a Burzum es bastante conocida por todo blackmetalero, y es generalmente considerada como un parteaguas en el género.
Expectativa es lo que le sobraba a esta producción anunciada hace ya varios meses, pues no todos los días unos los padres del black metal noruego saca disco nuevo. Aunque nuevo, es un término que aplica y no aplica al mismo tiempo para Belus, pues el álbum es un recopilado de canciones antiguas que nunca fueron incluidas en los discos clásicos; todas regrabadas –aunque no pulidas desde luego– lo que nos deja un producto bastante cercano al Burzum que todos conocemos.
Probablemente nadie en el mundo del black metal habría sacado un disco con un sonido más apegado a las raíces, eso debe ser resaltado, pero ¿impacta, impresiona como las primeras entregas? En mi opinión lo logra a medias.
Himnos lentos y repetitivos como Morgenroede, o Keliohesten con un tempo rápido y rudimentario, cubierto de riffing black directamente sacado de 1992, acaban por oscurecerse pues despliegan un sonido que hoy en día es practicado por 10 bandas en cada país donde exista una escena metal.
Pero que no se me malinterprete, Burzum es dueño, creador de un gran porcentaje de ese sonido, tan básico y tan fundamental que de no haber existido, hubiera causado que el black metal fuera una cosa totalmente diversa.
El disco viene con su pizca de controversia, pues originalmente se pensaba titularlo Den Hvite Guden (El dios blanco), pero las suspicacias sobre el pensamiento aparentemente racista de Vikernes, hicieron que se decidiera por Belus.
El valor de un disco de este tipo puede ser puesto en duda, debatido o alabado. Todo porque su creador es leyenda. Yo me limito a inspeccionar el edificio sonoro y encuentro ideas elegantes, etéreas, repeticiones catárticas, casi como mantras musicales que definitivamente pueden inducir al trance que sólo Burzum puede. Pero todas estas imágenes fueron exhumadas después de 20 años de yacer bajo tierra o vivir tras las rejas, como ustedes lo prefieran.
TrackList
1-Leukes Renkespill (Introduksjon)
2-Belus' Doed
3-Glemselens Elv
4-Kaimadalthas' Nedstigning
5-Sverddans
6-Keliohesten
7-Morgenroede
8-Belus' Tilbakekomst (Konklusjon)
La calidad está ahí, los riffs clásicos también, pero la relevancia… esa se las quedo debiendo.
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