lunes, 12 de enero de 2009

Revision de Opeth - Still Life

Cuando Mikael Akerfeldt comenzó a escribir material para la continuación de “My Arms, Your Hearse”, allá por principios de 1999, se encontraba en una situación personal un tanto delicada. Vivía temporalmente en casa de Jonas Renske (Katatonia), desahuciado, sin ingresos para comprarse ni siquiera un cuatro pistas con el que grabar las ideas de sus composiciones, y viendo pasar los días por delante de sus narices fumando marihuana en el sofá. En esos momentos, Opeth apenas giraba y, pese a haber fichado recientemente por Peaceville Records, sus ventas de discos eran bastante modestas. Todo estaba predispuesto para que el nuevo álbum de la banda fuera un auténtico fracaso, y mas aún teniendo en cuenta que el cuarteto se metió en el estudio sin haber escuchado (ni siquiera Akerfeldt) ni una sola canción completa de las que planeaban registrar. Sin haber ensayado juntos, y sin una referencia en forma de demo, el desastre era poco menos que anunciado. Sin embargo y contra todo pronóstico, la banda parió en Mayo de 1999 uno de los discos mas importantes de su excelente carrera: “Still Life”.

“Still Life” supone el primer álbum con la que, al menos para servidor, es la formación por excelencia de la banda. En formato de cuarteto, con el larguilucho Peter Lindgren como escudero de Mikael Akerfeldt a las seis cuerdas, y con la base rítmica uruguaya de Martín Mendez al bajo y Martín López a la batería. Musicalmente, toma el testigo de su anterior “My arms, your hearse”, pero llevando todos los aspectos de su música un paso adelante. Hay mas influencias progresivas, mas guitarras acústicas casi folk, mas melancolía y más voces desgarradas. “Still Life” potenció las cualidades de la banda y dio forma a un disco clave en la discografía del cuarteto, abriendo camino para todo lo que vendría después.

En cuanto a las letras, “Still Life” es un álbum conceptual. En él, revivimos la historia de un hombre desterrado de su pueblo por cuestiones religiosas, pero que vuelve quince años después para reencontrarse con su amada, Melinda. Una historia de dolor, amor, sensibilidad, muerte y venganza; que hace el disco mas redondo si cabe, y más adictivo en su planteamiento. Algo a destacar con respecto a “Still Life”, es la tristeza, desesperación y melancolía que consigue transmitir en todo momento. No solamente las partes mas íntimas o acústicas nos tocarán hondo, si no que las partes mas extremas están en todo momento acompañadas de tristes melodías de guitarra y de una atmósfera casi doom. Las acústicas “Benighted” y “Face Of Melinda” muestran la cara mas íntima del disco, otras como “White Cluster” o “Godhead's Lament” gozan de elementos mas extremos y progresivos, mientras que “Serenity Painted Death” es otros de los temas destacadas del lanzamiento. En total, un disco sin relleno, rebosante de genialidad, sensibilidad y calidad por los cuatro costados.

Hace unos meses, Peaceville Records ha editado una cuidada reedición del disco, con el sonido remasterizado, un DVD con el disco en mezcla 5.1, y una presentación en digibook que es de las mejores de la carrera de la banda. El artwork de Travis Smith, simplemente sublime, recoge a la perfección la historia de las letras y la atmósfera que el disco destila en todo momento.

Aunque “Still Life” haya sido un disco un tanto olvidado en comparación con otros de la carrera de Opeth, creo que supone el primer cartucho de los mejores años de Opeth, los que darán forma a otras obras maestras como “Blackwater Park” o el tándem “Deliverance” - “Damnation”. Un álbum imprescindible dentro de la discografía de Opeth, y probablemente el mas profundo y preciosista que hayan editado nunca.

TrackList:
1. The Moor
2. Godhead's lament
3. Benighted
4. Moonlapse Vertigo
5. Face Of Melinda
6. Serenity Painted Death
7. White Cluster

Opeth - Still Life

2 comentarios:

Rober dijo...

Me ha encantado tu análisis. Personalmente, me parece el mejor álbum de la banda. Una técnica sublime que crea unos pasajes indescriptibles, los cuales te sumergen de lleno en la historia. Un disco lleno de sentimiento y melancolia. Y que dicir del "cover" del álbum, sencillamente espectacular. Conecta a la perfección la atmósfera sonora que nos espera.

Tengo la suerte de tener este álbum en vinilo, y escucharlo (pero escucharlo en serio, con atención) en el salón, con una copita de whisky (jeje) es totalmente orgmásmico para mis oidos.
Invito a todo el mundo a disfrutar de este disco, quizás descubrais nuevos sentimientos que no imaginabáis alcanzables a través de la música.

Es una pena que este disco este algo infravalorado respecto a las demás obras de Opeth, creo que es su trabajo más profundo e intenso emocionalmente.

Saludos!

ivan619 dijo...

Simplemente una obra maestra.. me dejo impactado la primera ves que lo escuche que fue hace como4 o 5 años y lo sigue haciendo hoy en dia... me atrapo la brutalidad, la melodia , la melancolia , la progresion es toda una experiencia auditiva orgasmica!!!

Este disco facilmente esta en mi top 3 de todos los tiempos, tube la fortuna de ver a estos maestros hace un año y los vi dos noches seguidas ha sido la mejor experiencia que eh tenido y mas al escuchar canciones de el Still Life pude haver muerto facilmente ahi jaja pero bueno no me alargo mas....... simplemente si no lo han escuchado tienen que conseguir esta obra maestra!!!

saludos!!!!