Aunque para muchos el último disco de Judas Priest “Angel Of Retribution” (2005) -que marca el histórico regreso del cantante Rob Halford al seno de la banda después de sus aventuras solistas (Fight, Two, Halford)- definitivamente no merecería ubicarse dentro de los mejores de su extensa carrera, es obvio que si representa un esperado retorno a las raíces más clásicas de la banda.
Justamente esa combinación entre heavy metal clásico, calidad a raudales (cosa que siempre ha tenido la banda) y mucha nostalgia, están convirtiendo a “Angel Of Retribution” en el disco más vendido de toda la discografía de Judas Priest, gracias en gran medida también al trabajo del reputadísimo productor Roy Z. La banda británica está comenzando a recuperar el tiempo perdido, llenando otra vez grandes aforos mientras su nombre retorna a las listas de venta.
Quizás Tim ‘Ripper’ Owens fue un sobresaliente cantante y su trabajo con Judas Priest en los discos “Jugulator” (1997) y “Demolition” (2001) mereció un mejor apoyo mediático, pero era claro que la banda necesitaba a Halford y Halford necesitaba a Judas Priest. Lamentablemente el intento de los guitarristas Glenn Tipton y K.K. Downing por llevar a la banda por senderos demasiado modernos no funcionó como a ellos les hubiera gustado. Finalmente el regreso del cantante británico a sus raíces metálicas con Halford (su última banda en solitario) terminó por juntar a Judas Priest en su alineación clásica.
Ahora, 15 años después del grandioso “Painkiller” (1990), Halford regresa a Judas Priest para grabar un álbum que se aproxima a sus más grandes obras discográficas, pero no las iguala ni mucho menos las supera. Indudablemente se trata de un gran disco, sólido, potente, con excelentes canciones, pero creo que aún está bastante lejos de sus discos dorados.
El inicio con “Judas Rising” es uno de los momentos más acertados del álbum, que sin ser una canción totalmente demoledora, si posee mucho empaque, fuerza y potencia. Naturalmente también posee los primeros agudos de Halford con Judas Priest en años, algo que ya se extrañaba demasiado.
Probablemente la mejor canción del disco sea “Deal With The Devil”, con una estructura estupenda, muy clásica pero dinámica a la vez, con unos coros bestiales, aunque eso sí, parece más un tema sacado de la carrera en solitario de Halford que de su época con Judas Priest.
“Revolution” es un tema ciertamente desconcertante, muy denso y oscuro al principio, pero luego destacan sus coros psicodélicos muy influenciados de alguna manera por Led Zeppelin. Aún así, uno de los mejores temas del disco y probablemente de los que mejor funcionarán en directo.
El siguiente “Worth Fighting For” es algo más lento que todos los anteriores pero posee una buena melodía de guitarra y seguramente gustará a todos los fans de la banda.
El feroz y aplastante “Demonizer” (con el perfil más duro del disco) nos transporta ligeramente a los sonidos de “Jugulator” y “Demolition”. Naturalmente es el espacio ideal para el batería americano Scott Travis (Racer X) se luzca con su impactante técnica.
El sexto tema, “Wheels Of Fire”, es la típica canción de motoristas, marchosa y heavy al mismo tiempo pero quizás demasiado previsible y poco original.
Ya en el pasado Judas Priest habían compuesto algunas baladas muy buenas como “Beyond The Realms Of Death” de “Stained Class” (1978), pero ninguna de las características de “Angel”, una encantadora y dulce canción, aunque bastante alejada de lo que había grabado la banda hasta ahora. Un gran tema sin ninguna duda, pero ciertamente inesperado dentro del particular estilo de la banda.
El veloz “Hellrider” parece ubicarse justo en medio de la época más clásica de la banda, pero siguiendo también algunos patrones más propios de “Jugulator” e incluso “Demolition”. El trabajo de Ian Hill (bajo) y Travis es sencillamente impresionante, proporcionando la base ideal para que las guitarras de Tipton y Downing suenen atronadoras.
“Eulogy” se erige como una especie balada, mucho más cercana a lo que siempre han hecho Judas Priest en ese campo, pero resulta ser demasiado corta con sus menos de 3 minutos de duración.
Finalmente, resulta sumamente curioso el final del disco con los más de 13 minutos que dura “Lochness”, donde pueden distinguirse claramente fragmentos y atmósferas que recuerdan a los más clásicos Judas Priest combinados con otros pasajes mucho más cercanos a bandas como Led Zeppelin y Black Sabbath… Judas Priest fueron los indiscutibles precursores del heavy metal, por lo que no acaba de entenderse por que en su esperado retorno se asemejen a otros grupos contemporáneos…
La edición especial del álbum trae además un DVD con tomas en directo de la banda en su gira de reunión del año pasado interpretando clásicos de la talla de “Breaking The Law”, “Metal Gods”, “Touch Of Evil”, “Hell Bent For Leather", “Hellion/Electric Eye”, “Diamonds And Rust” y “Living After Midnight”.
Creo que en resumidas cuentas se trata de un gran álbum, mucho mejor que las aventuras emprendidas por la banda en “Jugulator” y “Demolition”, pero aún demasiado lejano de obras maestras como “Hell Bent For Leather" (1978), “British Steel” (1980) y el mencionado “Painkiller”.
Track List:
CD: Angel Of Retribution
01. Judas Rising
02. Deal With The Devil
03. Revolution
04. Worth Fighting For
05. Demonizer
06. Wheels Of Fire
07. Angel
08. Hellrider
09. Eulogy
10. Lochness
DVD: Live 2004
01. Breaking The Law
02. Metal Gods
03. Touch Of Evil
04. Hell Bent For Leather
05. Hellion/Electric Eye
06. Diamonds And Rust
07. Living After Midnight
Justamente esa combinación entre heavy metal clásico, calidad a raudales (cosa que siempre ha tenido la banda) y mucha nostalgia, están convirtiendo a “Angel Of Retribution” en el disco más vendido de toda la discografía de Judas Priest, gracias en gran medida también al trabajo del reputadísimo productor Roy Z. La banda británica está comenzando a recuperar el tiempo perdido, llenando otra vez grandes aforos mientras su nombre retorna a las listas de venta.
Quizás Tim ‘Ripper’ Owens fue un sobresaliente cantante y su trabajo con Judas Priest en los discos “Jugulator” (1997) y “Demolition” (2001) mereció un mejor apoyo mediático, pero era claro que la banda necesitaba a Halford y Halford necesitaba a Judas Priest. Lamentablemente el intento de los guitarristas Glenn Tipton y K.K. Downing por llevar a la banda por senderos demasiado modernos no funcionó como a ellos les hubiera gustado. Finalmente el regreso del cantante británico a sus raíces metálicas con Halford (su última banda en solitario) terminó por juntar a Judas Priest en su alineación clásica.
Ahora, 15 años después del grandioso “Painkiller” (1990), Halford regresa a Judas Priest para grabar un álbum que se aproxima a sus más grandes obras discográficas, pero no las iguala ni mucho menos las supera. Indudablemente se trata de un gran disco, sólido, potente, con excelentes canciones, pero creo que aún está bastante lejos de sus discos dorados.
El inicio con “Judas Rising” es uno de los momentos más acertados del álbum, que sin ser una canción totalmente demoledora, si posee mucho empaque, fuerza y potencia. Naturalmente también posee los primeros agudos de Halford con Judas Priest en años, algo que ya se extrañaba demasiado.
Probablemente la mejor canción del disco sea “Deal With The Devil”, con una estructura estupenda, muy clásica pero dinámica a la vez, con unos coros bestiales, aunque eso sí, parece más un tema sacado de la carrera en solitario de Halford que de su época con Judas Priest.
“Revolution” es un tema ciertamente desconcertante, muy denso y oscuro al principio, pero luego destacan sus coros psicodélicos muy influenciados de alguna manera por Led Zeppelin. Aún así, uno de los mejores temas del disco y probablemente de los que mejor funcionarán en directo.
El siguiente “Worth Fighting For” es algo más lento que todos los anteriores pero posee una buena melodía de guitarra y seguramente gustará a todos los fans de la banda.
El feroz y aplastante “Demonizer” (con el perfil más duro del disco) nos transporta ligeramente a los sonidos de “Jugulator” y “Demolition”. Naturalmente es el espacio ideal para el batería americano Scott Travis (Racer X) se luzca con su impactante técnica.
El sexto tema, “Wheels Of Fire”, es la típica canción de motoristas, marchosa y heavy al mismo tiempo pero quizás demasiado previsible y poco original.
Ya en el pasado Judas Priest habían compuesto algunas baladas muy buenas como “Beyond The Realms Of Death” de “Stained Class” (1978), pero ninguna de las características de “Angel”, una encantadora y dulce canción, aunque bastante alejada de lo que había grabado la banda hasta ahora. Un gran tema sin ninguna duda, pero ciertamente inesperado dentro del particular estilo de la banda.
El veloz “Hellrider” parece ubicarse justo en medio de la época más clásica de la banda, pero siguiendo también algunos patrones más propios de “Jugulator” e incluso “Demolition”. El trabajo de Ian Hill (bajo) y Travis es sencillamente impresionante, proporcionando la base ideal para que las guitarras de Tipton y Downing suenen atronadoras.
“Eulogy” se erige como una especie balada, mucho más cercana a lo que siempre han hecho Judas Priest en ese campo, pero resulta ser demasiado corta con sus menos de 3 minutos de duración.
Finalmente, resulta sumamente curioso el final del disco con los más de 13 minutos que dura “Lochness”, donde pueden distinguirse claramente fragmentos y atmósferas que recuerdan a los más clásicos Judas Priest combinados con otros pasajes mucho más cercanos a bandas como Led Zeppelin y Black Sabbath… Judas Priest fueron los indiscutibles precursores del heavy metal, por lo que no acaba de entenderse por que en su esperado retorno se asemejen a otros grupos contemporáneos…
La edición especial del álbum trae además un DVD con tomas en directo de la banda en su gira de reunión del año pasado interpretando clásicos de la talla de “Breaking The Law”, “Metal Gods”, “Touch Of Evil”, “Hell Bent For Leather", “Hellion/Electric Eye”, “Diamonds And Rust” y “Living After Midnight”.
Creo que en resumidas cuentas se trata de un gran álbum, mucho mejor que las aventuras emprendidas por la banda en “Jugulator” y “Demolition”, pero aún demasiado lejano de obras maestras como “Hell Bent For Leather" (1978), “British Steel” (1980) y el mencionado “Painkiller”.
Track List:
CD: Angel Of Retribution
01. Judas Rising
02. Deal With The Devil
03. Revolution
04. Worth Fighting For
05. Demonizer
06. Wheels Of Fire
07. Angel
08. Hellrider
09. Eulogy
10. Lochness
DVD: Live 2004
01. Breaking The Law
02. Metal Gods
03. Touch Of Evil
04. Hell Bent For Leather
05. Hellion/Electric Eye
06. Diamonds And Rust
07. Living After Midnight
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