Tracklist:
1- Now, Diabolical
2- K.I.N.G.
3- The Pentagram Burns
4- A New Enemy
5- The Rite Of The War Cross
6- That Darkness Shall Be Eternal
7- Delirium
8- To The Mounrains
Por borbonesco, la vuelta de Satyricon al primer plano siempre es motivo de alegría y satisfacción para todo gourmet del Black Metal: y digo gourmet, porque ellos nunca han sido una banda más del estilo. El engendro musical que dio vida Satyr Wondgraven hace más de una década se supo desmarcar del resto de grupos, tanto musical como conceptualmente: patean tantas veces como quieran a todos esos grupos de tres al cuarto que ponen más esfuerzo en maquillarse el jeto en lugar de ejecutar las canciones como es debido; pisotean como cucarachas a toda esa maloliente marea de clones de Cradle Of Filth que solo saben componer intros de teclado. Satyricon ponen, por méritos propios, la clase y la autenticidad a un estilo que a veces da señales de desgaste: porque el Black es mucho más que velocidad y caña, y desde luego, mucho más que satanismo, blasfemia.
Considerados como una de las bandas más exitosas del estilo, el caso es que Satyricon regresan con su disco más ambicioso hasta la fecha, tras un “Volcano” (2002) que, siendo un álbum correcto y decente, no terminó de enganchar y/o tener el impacto que se esperaba, y que tuvo en su día, por ejemplo, el esencial “Nemesis Divina” (1996). “Now Diabolical” es definido por ellos con las siguientes palabras: “un nuevo capítulo, no solo en la historia de Satyricon, sino del propio Metal: es un disco que cambiará la percepción sobre el Black”. ¿Es tan sólo palabrería gratuita para vender o se trata de una insultante verdad? Que cada uno juzgue a su manera, si es que se atreve a hacerlo: lo que sí es cierto es que “Now, Diabolical” abrirá a Satyricon muchas puertas, ya sea por la calidad del propio disco, como por contar con el apoyo promocional de la todopoderosa (y chaquetera) Roadrunner Records.
El dúo de Oslo, formado por Satyr (voz, guitarra, bajo) y Frost (batería), nos trae esta vez un disco muy básico, compuesto por ocho canciones, cada una de ellas basada en un concepto diferente del estricto sistema de símbolos que rigen algunas sociedades secretas de la actualidad. Musicalmente, hablamos de un Black Metal a medio tiempo, con muchos toques de Heavy y de la vieja escuela extrema de los 80 (léase Venom o Celtic Frost). Satyr, sin ser un virtuoso, nos vuelve a sorprender con su peculiar estilo, sacándose de la manga riffs y secuencias de acordes muy interesantes: por su parte, Frost, sigue siendo un batería chapado a la antigua que peca, para muchos, de simplista… pero inexplicablemente su estilo a la percusión le da ese toque diferente que caracteriza a Satyricon. El caso es que este matrimonio sigue dando sus frutos con canciones llenas de calidad y gancho: “Now, Diabolical”, “The Pentagram Burns”, “The Rite Of The War Cross”, “That Darkness Shall Be Eternal”, “To The Mountains”,… La esencia del grupo está en todas estas canciones, por lo que si te gustan Satyricon, te gustará “Now, Diabolical”.
Personalmente, dudo que este disco vaya a tener la letal influencia de cambiar por siempre el Black, o incluso abrir un capitulo nuevo en el Metal, por mucho que ellos insistan. Aún así, la ambición no tiene porqué ser pecado, y más cuando han sido capaces de grabar un disco tan sólido, inteligente y recomendable como “Now, Diabolical”.
1- Now, Diabolical
2- K.I.N.G.
3- The Pentagram Burns
4- A New Enemy
5- The Rite Of The War Cross
6- That Darkness Shall Be Eternal
7- Delirium
8- To The Mounrains
Por borbonesco, la vuelta de Satyricon al primer plano siempre es motivo de alegría y satisfacción para todo gourmet del Black Metal: y digo gourmet, porque ellos nunca han sido una banda más del estilo. El engendro musical que dio vida Satyr Wondgraven hace más de una década se supo desmarcar del resto de grupos, tanto musical como conceptualmente: patean tantas veces como quieran a todos esos grupos de tres al cuarto que ponen más esfuerzo en maquillarse el jeto en lugar de ejecutar las canciones como es debido; pisotean como cucarachas a toda esa maloliente marea de clones de Cradle Of Filth que solo saben componer intros de teclado. Satyricon ponen, por méritos propios, la clase y la autenticidad a un estilo que a veces da señales de desgaste: porque el Black es mucho más que velocidad y caña, y desde luego, mucho más que satanismo, blasfemia.
Considerados como una de las bandas más exitosas del estilo, el caso es que Satyricon regresan con su disco más ambicioso hasta la fecha, tras un “Volcano” (2002) que, siendo un álbum correcto y decente, no terminó de enganchar y/o tener el impacto que se esperaba, y que tuvo en su día, por ejemplo, el esencial “Nemesis Divina” (1996). “Now Diabolical” es definido por ellos con las siguientes palabras: “un nuevo capítulo, no solo en la historia de Satyricon, sino del propio Metal: es un disco que cambiará la percepción sobre el Black”. ¿Es tan sólo palabrería gratuita para vender o se trata de una insultante verdad? Que cada uno juzgue a su manera, si es que se atreve a hacerlo: lo que sí es cierto es que “Now, Diabolical” abrirá a Satyricon muchas puertas, ya sea por la calidad del propio disco, como por contar con el apoyo promocional de la todopoderosa (y chaquetera) Roadrunner Records.
El dúo de Oslo, formado por Satyr (voz, guitarra, bajo) y Frost (batería), nos trae esta vez un disco muy básico, compuesto por ocho canciones, cada una de ellas basada en un concepto diferente del estricto sistema de símbolos que rigen algunas sociedades secretas de la actualidad. Musicalmente, hablamos de un Black Metal a medio tiempo, con muchos toques de Heavy y de la vieja escuela extrema de los 80 (léase Venom o Celtic Frost). Satyr, sin ser un virtuoso, nos vuelve a sorprender con su peculiar estilo, sacándose de la manga riffs y secuencias de acordes muy interesantes: por su parte, Frost, sigue siendo un batería chapado a la antigua que peca, para muchos, de simplista… pero inexplicablemente su estilo a la percusión le da ese toque diferente que caracteriza a Satyricon. El caso es que este matrimonio sigue dando sus frutos con canciones llenas de calidad y gancho: “Now, Diabolical”, “The Pentagram Burns”, “The Rite Of The War Cross”, “That Darkness Shall Be Eternal”, “To The Mountains”,… La esencia del grupo está en todas estas canciones, por lo que si te gustan Satyricon, te gustará “Now, Diabolical”.
Personalmente, dudo que este disco vaya a tener la letal influencia de cambiar por siempre el Black, o incluso abrir un capitulo nuevo en el Metal, por mucho que ellos insistan. Aún así, la ambición no tiene porqué ser pecado, y más cuando han sido capaces de grabar un disco tan sólido, inteligente y recomendable como “Now, Diabolical”.
Fuente: Metal4all
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