Track List:
01. El Despertar
02. La Nueva Era
03. La Red
04. La Ola Crece
05. Inquisición
06. El Regreso Del Guerrero (Intro)
07. El Regreso
08. Guaicaipuro Cuauhtemoc
09. Avestruz
10. Contaminación
11. Castillo Sobre El Mar
12. El Esequibo
13. Pobre Diablo
14. Así Eres Tú
15. Resistiré [Live]
Nadie duda que el cantante Paul Gillman sea el principal precursor del heavy metal en Venezuela, pues representa la persistencia y creencia fiel en este revolucionario movimiento musical desde hace más de 25 años, desde sus inicios en Arkangel, su paso por Massakre y su larguísima trayectoria en solitario, demostrando que un cuarto de siglo no ha sido tiempo suficiente para derrumbar los pilares en los que siempre ha creído este artista.
Luego de varios años alejado de los estudios de grabación, pues “Escalofrío” (1994) sería su último álbum de estudio, Gillman regresa nueve años después por la puerta grande, con nuevas ideas y mostrando que todavía tiene mucho que ofrecerle al rock duro, regalándonos quizá uno de los mejores álbumes de su carrera: “Cuauhtemoc” (2003), cuya portada es obra del gran Derek Riggs (autor de todas las portadas clásicas de Iron Maiden, lo cual puede reconocerse a primera vista).
“Cuauhtemoc” como álbum está dividido en dos partes. La primera de ellas está conformada por las canciones escritas específicamente para el álbum; mientras que la segunda es una especie de tributo de cuatro canciones al rock venezolano.
Cuauhtemoc es un personaje creado por el propio Gillman, un indígena que representa a todas las civilizaciones latinoamericanas y que viene a cobrar venganza en la actualidad por toda la destrucción, saqueos, profanaciones, violaciones y demás atrocidades cometidas por los conquistadores en América. Una idea central muy acorde con el tipo de protesta que se vive en estos duros tiempos.
Musicalmente “Cuauhtemoc” es un álbum potente y directo, con un sonido duro, grueso y pesado, cuya corriente musical se encuentra muy cercana a lo mejor del heavy metal de los 80’s, aunque con un perfil sónico que en ocasiones roza el thrash metal junto a otros elementos más propios del power metal actual.
El disco es absolutamente cautivante desde el primer instante, y prueba de ello es la estupenda introducción “El Despertar”, que nos hace esperar quizá algo más emparentado con el power metal melódico. Nada más lejos de la realidad. Pues “La Nueva Era” es una poderosa descarga de heavy/thrash metal a la vieja usanza, con un Gillman cantando a todo pulmón. En la misma línea siguen cortes como “La Red”, el discurso de heavy clásico de “La Ola Crece”, el más lento (pero no por ello menos intenso) “Inquisición”, el poderosísimo “El Regreso” (con intro incluida), el cortante “Guacaipuro Cuauhtemoc”, el más vertiginoso “Avestruz”, hasta llegar al excepcional himno “Contaminación”, donde Paul Gillman demuestra unas facultades melódicas sencillamente alucinantes.
En general, la voz de Gillman conserva el espíritu y energía de antaño, con esa voz agresiva y representativa de la cultura heavy metal que tanto cautiva y envuelve. El trabajo de guitarras es sencillamente magistral, tanto en los riffs como en los solos, gracias a esos punteos a dos guitarras -tan clásico del género- ejecutados por Facundo Coral y el nuevo hacha Eduardo Nieto. El álbum cuenta también con bases rítmicas de gran solidez gracias al gran trabajo del bajista Churdy Toledo -quien además añade unos oscuros matices complementando así la atmósfera de algunos temas- y el enorme despliegue del batería Eduardo Saez.
Sin embargo, lo mejor del álbum está aún por venir. Dentro del homenaje al rock venezolano, Gillman y Cía. hacen un inmejorable cover del ultra heavy “Castillo Sobre El Mar” (recordando su etapa en Arkangel), rockean en “El Esequibo” de Témpano, tocan el cielo con la versión de “Pobre Diablo” (original de Resistencia) y cierran el tributo con el durísimo “Así Eres Tú” de La Misma Gente.
Y para cerrar con broche de oro el disco, éste tiene una versión en directo del clásico “Resistiré” de Barón Rojo, interpretada durante la última gira que la banda española hizo por Venezuela y donde invitaron al gran solista venezolano a subirse al escenario para interpretarla con ellos.
A los que estaban esperando algo nuevo de Gillman y al público en general, “Cuauhtemoc” no los defraudará. Después de la primera escucha, simplemente van a adorarlo…
01. El Despertar
02. La Nueva Era
03. La Red
04. La Ola Crece
05. Inquisición
06. El Regreso Del Guerrero (Intro)
07. El Regreso
08. Guaicaipuro Cuauhtemoc
09. Avestruz
10. Contaminación
11. Castillo Sobre El Mar
12. El Esequibo
13. Pobre Diablo
14. Así Eres Tú
15. Resistiré [Live]
Nadie duda que el cantante Paul Gillman sea el principal precursor del heavy metal en Venezuela, pues representa la persistencia y creencia fiel en este revolucionario movimiento musical desde hace más de 25 años, desde sus inicios en Arkangel, su paso por Massakre y su larguísima trayectoria en solitario, demostrando que un cuarto de siglo no ha sido tiempo suficiente para derrumbar los pilares en los que siempre ha creído este artista.
Luego de varios años alejado de los estudios de grabación, pues “Escalofrío” (1994) sería su último álbum de estudio, Gillman regresa nueve años después por la puerta grande, con nuevas ideas y mostrando que todavía tiene mucho que ofrecerle al rock duro, regalándonos quizá uno de los mejores álbumes de su carrera: “Cuauhtemoc” (2003), cuya portada es obra del gran Derek Riggs (autor de todas las portadas clásicas de Iron Maiden, lo cual puede reconocerse a primera vista).
“Cuauhtemoc” como álbum está dividido en dos partes. La primera de ellas está conformada por las canciones escritas específicamente para el álbum; mientras que la segunda es una especie de tributo de cuatro canciones al rock venezolano.
Cuauhtemoc es un personaje creado por el propio Gillman, un indígena que representa a todas las civilizaciones latinoamericanas y que viene a cobrar venganza en la actualidad por toda la destrucción, saqueos, profanaciones, violaciones y demás atrocidades cometidas por los conquistadores en América. Una idea central muy acorde con el tipo de protesta que se vive en estos duros tiempos.
Musicalmente “Cuauhtemoc” es un álbum potente y directo, con un sonido duro, grueso y pesado, cuya corriente musical se encuentra muy cercana a lo mejor del heavy metal de los 80’s, aunque con un perfil sónico que en ocasiones roza el thrash metal junto a otros elementos más propios del power metal actual.
El disco es absolutamente cautivante desde el primer instante, y prueba de ello es la estupenda introducción “El Despertar”, que nos hace esperar quizá algo más emparentado con el power metal melódico. Nada más lejos de la realidad. Pues “La Nueva Era” es una poderosa descarga de heavy/thrash metal a la vieja usanza, con un Gillman cantando a todo pulmón. En la misma línea siguen cortes como “La Red”, el discurso de heavy clásico de “La Ola Crece”, el más lento (pero no por ello menos intenso) “Inquisición”, el poderosísimo “El Regreso” (con intro incluida), el cortante “Guacaipuro Cuauhtemoc”, el más vertiginoso “Avestruz”, hasta llegar al excepcional himno “Contaminación”, donde Paul Gillman demuestra unas facultades melódicas sencillamente alucinantes.
En general, la voz de Gillman conserva el espíritu y energía de antaño, con esa voz agresiva y representativa de la cultura heavy metal que tanto cautiva y envuelve. El trabajo de guitarras es sencillamente magistral, tanto en los riffs como en los solos, gracias a esos punteos a dos guitarras -tan clásico del género- ejecutados por Facundo Coral y el nuevo hacha Eduardo Nieto. El álbum cuenta también con bases rítmicas de gran solidez gracias al gran trabajo del bajista Churdy Toledo -quien además añade unos oscuros matices complementando así la atmósfera de algunos temas- y el enorme despliegue del batería Eduardo Saez.
Sin embargo, lo mejor del álbum está aún por venir. Dentro del homenaje al rock venezolano, Gillman y Cía. hacen un inmejorable cover del ultra heavy “Castillo Sobre El Mar” (recordando su etapa en Arkangel), rockean en “El Esequibo” de Témpano, tocan el cielo con la versión de “Pobre Diablo” (original de Resistencia) y cierran el tributo con el durísimo “Así Eres Tú” de La Misma Gente.
Y para cerrar con broche de oro el disco, éste tiene una versión en directo del clásico “Resistiré” de Barón Rojo, interpretada durante la última gira que la banda española hizo por Venezuela y donde invitaron al gran solista venezolano a subirse al escenario para interpretarla con ellos.
A los que estaban esperando algo nuevo de Gillman y al público en general, “Cuauhtemoc” no los defraudará. Después de la primera escucha, simplemente van a adorarlo…
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