Track List:
01. In Tenebris
02. Knightrider Of Doom
03. Power Of The Dragonflame
04. The March Of The Swordmaster
05. When Demons Awake
06. Agony Is My Name
07. Lamento Eroico
08. Steelgods Of The Last Apocalypse
09. The Pride Of The Tyrant
10. Gargoyles Angels Of Darkness
Antecedido de una gran expectación, finalmente es lanzado el quinto disco de la banda italiana Rhapsody: “Power Of The Dragonflame”. Primero fue el pionero “Legendary Tales” (1997) pero luego vinieron “Symphony Of The Enchanted Lands” (1998), “Dawn Of Victory” (2000) y el EP “Rain Of A Thousand Flames” (2001).
Como es de esperarse, este nuevo álbum de la banda del guitarrista Luca Turilli y del teclista Alex Staropoli es puro power metal sinfónico hiper-épico, con algunos elementos propios de la música clásica y otros de la música celta, todo brillantemente fusionado. Los propios miembros de Rhapsody lo llaman symphonic epic Hollywood metal. Aunque también hay muchas otras cosas que destacar. El sonido de las guitarras de Turilli es cada vez más duro y consistente, jugando un mayor protagonismo dentro de la música de Rhapsody. También es posible apreciar mejores instrumentaciones, mayor cantidad de arreglos y una muy cuidada producción nuevamente a cargo del dúo formado por Sascha Paeth y Miro.
Respecto de su anterior disco, sólo hay un cambio en el line-up de la banda, pues el bajista Patrice Guers (ex Patrick Rondat) sustituye al anterior Alessandro Lotta, completando la formación el versátil Fabio Lione (voz) y el categórico Alex Holzwarth (batería).
“Power Of The Dragonflame” constituye la tercera y última parte de la Emerald Sword Saga, iniciándose el disco con la oscura introducción épica de “In Tenebris”, en la mejor línea de Rhapsody.
La intro mencionada abre campo al primer himno de guerra del disco, “Knightrider Of Doom”, con el particular timbre de voz de Lione y unos majestuosos coros como principal distintivo del tema. Al igual que otros cánticos de Rhapsody como “Emerald Sword” y “Dawn Of Victory”, el corte resume todo lo que la banda es capaz de aportar.
Sin la más mínima pausa, el tema-título se inicia con un durísimo riff hasta convertirse en el tema más genuinamente heavy de todos los del disco. Destacadísima la labor de la sección rítmica, muy en particular la del nuevo Guers, con su papel dentro de la banda mucho más patente que el de su predecesor.
El aire celta inicial de “March Of The Swordmaster” se transforma radicalmente cuando Lione empieza a cantar con un registro mucho más duro del habitual. Sin duda alguna, uno de los momentos épicos más intensos del disco.
En el quinto “When Demons Awake” es posible apreciar la evolución de Rhapsody hacia terrenos más duros y oscuros. El vertiginoso riff de Turilli y la desgarrada voz de Lione están más cercanos musicalmente al death/black metal que al heavy metal tradicional, aunque durante los coros el corte recupera el ambiente más típicamente clásico de Rhapsody.
Sin embargo, al momento de hablar de velocidad, “Agony Is My Name” es el tema que seguramente se llevaría todas las loas. Nuevamente Lione sorprende con su versatilidad a la hora de darle vida a las canciones de Turilli y Staropoli.
Los intensos pasajes del pausado ”Lamento Eroico” –interpretado íntegramente en italiano-, dan paso al sencillamente imponente “Steelgods Of The Last Apocalypse”.
Finalmente, el excelente “The Pride Of The Tyrant” con sus guitarras a lo Tolkki y la final “Gargoyles, Angels Of Darkness” a lo largo de sus tres partes -un discurso musical completísimo, con muchos cambios de ritmo, grandes arreglos instrumentales y corales, un solo de guitarra a cargo de Turilli que recuerda mucho al dios sueco de la guitarra: Yngwie Malmsteen, etc.- cierran estupendamente el disco.
La saga de los valerosos caballeros y los apoteósicos dragones llega a su fin... Pero la leyenda continúa...
Fuente: Metallerium
01. In Tenebris
02. Knightrider Of Doom
03. Power Of The Dragonflame
04. The March Of The Swordmaster
05. When Demons Awake
06. Agony Is My Name
07. Lamento Eroico
08. Steelgods Of The Last Apocalypse
09. The Pride Of The Tyrant
10. Gargoyles Angels Of Darkness
Antecedido de una gran expectación, finalmente es lanzado el quinto disco de la banda italiana Rhapsody: “Power Of The Dragonflame”. Primero fue el pionero “Legendary Tales” (1997) pero luego vinieron “Symphony Of The Enchanted Lands” (1998), “Dawn Of Victory” (2000) y el EP “Rain Of A Thousand Flames” (2001).
Como es de esperarse, este nuevo álbum de la banda del guitarrista Luca Turilli y del teclista Alex Staropoli es puro power metal sinfónico hiper-épico, con algunos elementos propios de la música clásica y otros de la música celta, todo brillantemente fusionado. Los propios miembros de Rhapsody lo llaman symphonic epic Hollywood metal. Aunque también hay muchas otras cosas que destacar. El sonido de las guitarras de Turilli es cada vez más duro y consistente, jugando un mayor protagonismo dentro de la música de Rhapsody. También es posible apreciar mejores instrumentaciones, mayor cantidad de arreglos y una muy cuidada producción nuevamente a cargo del dúo formado por Sascha Paeth y Miro.
Respecto de su anterior disco, sólo hay un cambio en el line-up de la banda, pues el bajista Patrice Guers (ex Patrick Rondat) sustituye al anterior Alessandro Lotta, completando la formación el versátil Fabio Lione (voz) y el categórico Alex Holzwarth (batería).
“Power Of The Dragonflame” constituye la tercera y última parte de la Emerald Sword Saga, iniciándose el disco con la oscura introducción épica de “In Tenebris”, en la mejor línea de Rhapsody.
La intro mencionada abre campo al primer himno de guerra del disco, “Knightrider Of Doom”, con el particular timbre de voz de Lione y unos majestuosos coros como principal distintivo del tema. Al igual que otros cánticos de Rhapsody como “Emerald Sword” y “Dawn Of Victory”, el corte resume todo lo que la banda es capaz de aportar.
Sin la más mínima pausa, el tema-título se inicia con un durísimo riff hasta convertirse en el tema más genuinamente heavy de todos los del disco. Destacadísima la labor de la sección rítmica, muy en particular la del nuevo Guers, con su papel dentro de la banda mucho más patente que el de su predecesor.
El aire celta inicial de “March Of The Swordmaster” se transforma radicalmente cuando Lione empieza a cantar con un registro mucho más duro del habitual. Sin duda alguna, uno de los momentos épicos más intensos del disco.
En el quinto “When Demons Awake” es posible apreciar la evolución de Rhapsody hacia terrenos más duros y oscuros. El vertiginoso riff de Turilli y la desgarrada voz de Lione están más cercanos musicalmente al death/black metal que al heavy metal tradicional, aunque durante los coros el corte recupera el ambiente más típicamente clásico de Rhapsody.
Sin embargo, al momento de hablar de velocidad, “Agony Is My Name” es el tema que seguramente se llevaría todas las loas. Nuevamente Lione sorprende con su versatilidad a la hora de darle vida a las canciones de Turilli y Staropoli.
Los intensos pasajes del pausado ”Lamento Eroico” –interpretado íntegramente en italiano-, dan paso al sencillamente imponente “Steelgods Of The Last Apocalypse”.
Finalmente, el excelente “The Pride Of The Tyrant” con sus guitarras a lo Tolkki y la final “Gargoyles, Angels Of Darkness” a lo largo de sus tres partes -un discurso musical completísimo, con muchos cambios de ritmo, grandes arreglos instrumentales y corales, un solo de guitarra a cargo de Turilli que recuerda mucho al dios sueco de la guitarra: Yngwie Malmsteen, etc.- cierran estupendamente el disco.
La saga de los valerosos caballeros y los apoteósicos dragones llega a su fin... Pero la leyenda continúa...
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