Scott Mervis de Pittsburgh Post-Gazette entrevistó recientemente al batería de SLAYER, Dave Lombardo. Aquí tenemos algunos extractos de la charla:
Sobre las nuevas bandas de metal, dice Lombardo que trata de oírlas pero sin ser juez en ningún momento, aunque su principal problema con ellas es con el hecho de que no puedan desarrollar sus discos fielmente en directo porque muchas veces están mayormente compuestos y grabados por ordenador, especialmente las partes de batería, que pierden toda la fuerza y el sentimiento. "Es que cuando pierdes esto, te conviertes en soso. Y lo mismo con las voces, especialmente las más guturales y monstruosas… por ejemplo es algo natural para alguien como Corey Taylor de SLIPKNOT, que es capaz de llevar desde las más melódicas a los tonos más gritones, pero la mayoría de bandas actuales me defraudan al respecto".
Sobre cómo reaccionan los nuevos grupos ante SLAYER, dice el veterano batería que por supuesto que han oído a la banda pero no se han fijado en sus raíces. "En otras palabras, han tratado de aprender a andar antes de saber gatear, y tratan de correr una maratón sin aprender a respirar correctamente. Es necesario crear tu propia personalidad y darle vida a tu música para que sea creíble".
Sobre las truculentas y controvertidas letras de SLAYER, dice que es simplemente otra forma artística y que, al igual que por ejemplo nadie tiene problemas con la literatura de Stephen King o con los guionistas de películas de terror, nadie debería tenerlos con las letras de canciones. "Los que tienen algún problema con esto es que son realmente cerrados a la hora de apreciar la música, han nacido retorcidos y creen que estas cosas son la única causa de problemas en el mundo. Quiero decir que yo toco y escucho música pero no voy por ahí matando gente o destruyendo edificios a mi paso porque obviamente es algo que no tiene nada que ver con la música".
Sobre la polémica con organizaciones como el tristemente famoso PMRC que sigue teniendo a SLAYER como principal blanco de sus críticas, dice que ya no tienen ninguna influencia ni importancia y es básicamente porque se han dado cuenta de lo estúpidas e ineficaces que son sus acciones. "Se han dado cuenta que no van a ningún lado y que no van a callarnos. ¿Qué te sientes mejor poniendo una pegatina de advertencia en mis discos? Vale, ponla, pero no va a cambiar nada".
Sobre si han perdido fuelle con la edad, dice que aunque ya tiene 43 años todavía siente la máquina bien engrasada y que, al contrario que pasa con otras bandas, SLAYER no ha perdido su fiereza y brutalidad con la edad. "Mientras no tengamos que tocar en sillas de ruedas y yo le pueda pegar con fuerza a la batería, todo está bien".
Podemos leer la entrevista completa en Pittsburgh Post-Gazette.
Sobre las nuevas bandas de metal, dice Lombardo que trata de oírlas pero sin ser juez en ningún momento, aunque su principal problema con ellas es con el hecho de que no puedan desarrollar sus discos fielmente en directo porque muchas veces están mayormente compuestos y grabados por ordenador, especialmente las partes de batería, que pierden toda la fuerza y el sentimiento. "Es que cuando pierdes esto, te conviertes en soso. Y lo mismo con las voces, especialmente las más guturales y monstruosas… por ejemplo es algo natural para alguien como Corey Taylor de SLIPKNOT, que es capaz de llevar desde las más melódicas a los tonos más gritones, pero la mayoría de bandas actuales me defraudan al respecto".
Sobre cómo reaccionan los nuevos grupos ante SLAYER, dice el veterano batería que por supuesto que han oído a la banda pero no se han fijado en sus raíces. "En otras palabras, han tratado de aprender a andar antes de saber gatear, y tratan de correr una maratón sin aprender a respirar correctamente. Es necesario crear tu propia personalidad y darle vida a tu música para que sea creíble".
Sobre las truculentas y controvertidas letras de SLAYER, dice que es simplemente otra forma artística y que, al igual que por ejemplo nadie tiene problemas con la literatura de Stephen King o con los guionistas de películas de terror, nadie debería tenerlos con las letras de canciones. "Los que tienen algún problema con esto es que son realmente cerrados a la hora de apreciar la música, han nacido retorcidos y creen que estas cosas son la única causa de problemas en el mundo. Quiero decir que yo toco y escucho música pero no voy por ahí matando gente o destruyendo edificios a mi paso porque obviamente es algo que no tiene nada que ver con la música".
Sobre la polémica con organizaciones como el tristemente famoso PMRC que sigue teniendo a SLAYER como principal blanco de sus críticas, dice que ya no tienen ninguna influencia ni importancia y es básicamente porque se han dado cuenta de lo estúpidas e ineficaces que son sus acciones. "Se han dado cuenta que no van a ningún lado y que no van a callarnos. ¿Qué te sientes mejor poniendo una pegatina de advertencia en mis discos? Vale, ponla, pero no va a cambiar nada".
Sobre si han perdido fuelle con la edad, dice que aunque ya tiene 43 años todavía siente la máquina bien engrasada y que, al contrario que pasa con otras bandas, SLAYER no ha perdido su fiereza y brutalidad con la edad. "Mientras no tengamos que tocar en sillas de ruedas y yo le pueda pegar con fuerza a la batería, todo está bien".
Podemos leer la entrevista completa en Pittsburgh Post-Gazette.
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