El clásico entre los clásicos. Uno de los dos o tres discos que cambiaron mi vida. Así de fuerte. El disco que no faltaba en la colección de tu hermano mayor. Cuando yo descubrí este monstruo de álbum, en 1980, ya se había convertido en obra de cabecera, junto a otros como el famoso disco de los símbolos de Led Zeppelín (el de la portada del leñador).
Podríamos hablar horas y horas acerca de Deep Purple. De su tremenda influencia en el hard rock, el heavy metal y por consiguiente en toda la amalgama de estilos y sub-estilos que han ido derivando con el paso de los años. Nada de eso estaría de más, por supuesto. Pero a mi lo que me gustaría, es contarte las emociones y sensaciones que me transmite un disco que tal vez para las generaciones más jóvenes ha dejado de ser un reclamo, y que sin embargo, sigue totalmente vigente bajo mi juicio.
Es cierto que los álbumes de directo han perdido mucho de su atractivo en los últimos años. En gran medida debido al auge de otros formatos como el DVD, donde no solo escuchamos, sino que tenemos la posibilidad de ver. Hubo una época en la que sobre todo en países como España, teníamos que imaginarnos visualmente a bandas como Purple, porque teníamos la certeza de que aquí nunca vendrían en gira. De hecho no lo hicieron por primera vez hasta 1985, creo recordar, en la gira de reunión presentando el álbum “Perfect Strangers”. De ahí, lo fundamental que resultaban los discos de directo en esos tiempos.
De “Made in Japan” lo primero que sorprende es la enorme duración de los temas, muy en la línea de lo que se llevaba en los 70. Los temas originales de estudio eran largos de por sí. Y si no lo eran se les estiraba y estiraba, hasta quedar convertidos en piezas de quince o veinte minutos. Es por eso, que tan solo siete canciones daban para un disco doble en la época de los vinilos. Recientemente EMI reeditó una versión remasterizada en CD, conteniendo temas ejecutados durante esa misma gira japonesa, y que no fueron incluidos en la edición original, aparte del mismo track listing del directo, pero en estudio. Sin embargo, la versión original de este regio álbum se componía de siete canciones. Ni una más ni una menos.
En 1972, Deep Purple estaba formado por Ritchie Blackmore (guitarra), Ian Gillan (voz), Roger Glover (bajo), Jon Lord (teclados) y Ian Paice (batería). Para muchos el mejor elenco que tuvo jamás la banda británica. Aunque es justo reconocer que ha habido también años más tarde, épocas ciertamente brillantes con David Coverdale y Glenn Hughes, por ejemplo. Sin embargo, se puede decir que esta formación, la denominada “Mark II”, fue la más carismática de todas.
Por otro lado, cabe reseñar que “Made in Japan” no es un concierto como tal, sino que es un conjunto de temas extraídos de las tres actuaciones (Osaka, 15 y 16- Tokio 17) en Japón, en agosto del año 72.
El disco arranca con “Highway Star”, uno de esos temas que habrás escuchado miles de veces, y si no, no sabes lo que te estás perdiendo. Originalmente incluído en el álbum “Machine Head”, aquí es tocado con el triple de energia. Con un Ritchie Blackmore sublime a las seis cuerdas y Jon Lord atacando su órgano Hammond como poseído por una fuerza desconocida. Uno de los temas más representativos de toda su carrera, sin duda.
“Child In Time” significa un momentáneo relax en medio de tanta emoción. Aquí el protagonismo se lo lleva en gran medida Ian Gillan, gritando como nunca, y sentando sin saberlo las bases de lo que años más tarde se llamaría “heavy metal” con su forma de cantar e interpretar. La rumorología dice que en una de las partes de este tema, se oye un disparo de alguien del público que se suicida en mitad del clímax de la canción. Un servidor nunca ha podido constatar este punto, aunque personalmente me ha parecido siempre una leyenda urbana. O mejor dicho musical.
Y he aquí, el riff entre los riffs del hard rock: “Smoke on the Water”. ¿Hay alguien que no haya escuchado al menos las notas de guitarra que abren este tema? También extraído de “Machine Head”, es uno de los clásicos de la historia del rock. ¿Qué más se puede decir?
El siguiente tema es “The Mule”, inicialmente incluído en el disco “Fireball”, pero en una versión muy diferente. Aquí se completa con uno de los solos de batería más legendarios de todos los tiempos: Ian Paice se desata durante casi seis minutos de auténtica exhibición.
“Strange Kind of Woman” nunca fué editado originalmente en ningún álbum de estudio. Solamente su posterior aparición aquí en “Made in Japan” le otorgó peso real en la dilatada discografía de Deep Purple. Un tema recordado, principalmente por los juegos vocales de Gillan con la guitarra de Blackmore.
El siguiente tema del disco, “Lazy” viene precedido por una corta y estrambótica introducción de teclados a cargo de Jon Lord, seguida de un pequeño boogie blues donde Ritchie Blackmore se explaya a gusto.
El último tema del disco se ha convertido con el paso de los años en mi favorito: “Space Truckin´”. En esta versión de directo se convierte en una especie de odisea espacial cuyo mayor atractivo es comprobar como un tema cuatro minutos y pico se puede transformar con un sublime derroche de imaginación hasta alargarlo a los casi veintidós minutos. Por el camino de este ejercicio, por momentos psicodélico, los Purple introducen pequeños elementos de temas antiguos como “Mandrake Root”, un tema original de la primera época del grupo. El final del disco es una tremenda orgía donde Blackmore y Lord acaban enzarzándose a toda máquina.
Probablemente en ese momento ninguno de los componentes de la banda imaginaban la enorme repercusión que “Made in Japan” tendría en el futuro para las generaciones venideras. Es misión de todos que esta obra maestra se perpetúe en el tiempo. Por los siglos de los siglos…
Tracklist:
1. Highway Star
2. Child in Time
3. Smoke on the Water
4. The Mule
5. Strange Kind of Woman
6. Lazy
7. Space Truckin´
Podríamos hablar horas y horas acerca de Deep Purple. De su tremenda influencia en el hard rock, el heavy metal y por consiguiente en toda la amalgama de estilos y sub-estilos que han ido derivando con el paso de los años. Nada de eso estaría de más, por supuesto. Pero a mi lo que me gustaría, es contarte las emociones y sensaciones que me transmite un disco que tal vez para las generaciones más jóvenes ha dejado de ser un reclamo, y que sin embargo, sigue totalmente vigente bajo mi juicio.
Es cierto que los álbumes de directo han perdido mucho de su atractivo en los últimos años. En gran medida debido al auge de otros formatos como el DVD, donde no solo escuchamos, sino que tenemos la posibilidad de ver. Hubo una época en la que sobre todo en países como España, teníamos que imaginarnos visualmente a bandas como Purple, porque teníamos la certeza de que aquí nunca vendrían en gira. De hecho no lo hicieron por primera vez hasta 1985, creo recordar, en la gira de reunión presentando el álbum “Perfect Strangers”. De ahí, lo fundamental que resultaban los discos de directo en esos tiempos.
De “Made in Japan” lo primero que sorprende es la enorme duración de los temas, muy en la línea de lo que se llevaba en los 70. Los temas originales de estudio eran largos de por sí. Y si no lo eran se les estiraba y estiraba, hasta quedar convertidos en piezas de quince o veinte minutos. Es por eso, que tan solo siete canciones daban para un disco doble en la época de los vinilos. Recientemente EMI reeditó una versión remasterizada en CD, conteniendo temas ejecutados durante esa misma gira japonesa, y que no fueron incluidos en la edición original, aparte del mismo track listing del directo, pero en estudio. Sin embargo, la versión original de este regio álbum se componía de siete canciones. Ni una más ni una menos.
En 1972, Deep Purple estaba formado por Ritchie Blackmore (guitarra), Ian Gillan (voz), Roger Glover (bajo), Jon Lord (teclados) y Ian Paice (batería). Para muchos el mejor elenco que tuvo jamás la banda británica. Aunque es justo reconocer que ha habido también años más tarde, épocas ciertamente brillantes con David Coverdale y Glenn Hughes, por ejemplo. Sin embargo, se puede decir que esta formación, la denominada “Mark II”, fue la más carismática de todas.
Por otro lado, cabe reseñar que “Made in Japan” no es un concierto como tal, sino que es un conjunto de temas extraídos de las tres actuaciones (Osaka, 15 y 16- Tokio 17) en Japón, en agosto del año 72.
El disco arranca con “Highway Star”, uno de esos temas que habrás escuchado miles de veces, y si no, no sabes lo que te estás perdiendo. Originalmente incluído en el álbum “Machine Head”, aquí es tocado con el triple de energia. Con un Ritchie Blackmore sublime a las seis cuerdas y Jon Lord atacando su órgano Hammond como poseído por una fuerza desconocida. Uno de los temas más representativos de toda su carrera, sin duda.
“Child In Time” significa un momentáneo relax en medio de tanta emoción. Aquí el protagonismo se lo lleva en gran medida Ian Gillan, gritando como nunca, y sentando sin saberlo las bases de lo que años más tarde se llamaría “heavy metal” con su forma de cantar e interpretar. La rumorología dice que en una de las partes de este tema, se oye un disparo de alguien del público que se suicida en mitad del clímax de la canción. Un servidor nunca ha podido constatar este punto, aunque personalmente me ha parecido siempre una leyenda urbana. O mejor dicho musical.
Y he aquí, el riff entre los riffs del hard rock: “Smoke on the Water”. ¿Hay alguien que no haya escuchado al menos las notas de guitarra que abren este tema? También extraído de “Machine Head”, es uno de los clásicos de la historia del rock. ¿Qué más se puede decir?
El siguiente tema es “The Mule”, inicialmente incluído en el disco “Fireball”, pero en una versión muy diferente. Aquí se completa con uno de los solos de batería más legendarios de todos los tiempos: Ian Paice se desata durante casi seis minutos de auténtica exhibición.
“Strange Kind of Woman” nunca fué editado originalmente en ningún álbum de estudio. Solamente su posterior aparición aquí en “Made in Japan” le otorgó peso real en la dilatada discografía de Deep Purple. Un tema recordado, principalmente por los juegos vocales de Gillan con la guitarra de Blackmore.
El siguiente tema del disco, “Lazy” viene precedido por una corta y estrambótica introducción de teclados a cargo de Jon Lord, seguida de un pequeño boogie blues donde Ritchie Blackmore se explaya a gusto.
El último tema del disco se ha convertido con el paso de los años en mi favorito: “Space Truckin´”. En esta versión de directo se convierte en una especie de odisea espacial cuyo mayor atractivo es comprobar como un tema cuatro minutos y pico se puede transformar con un sublime derroche de imaginación hasta alargarlo a los casi veintidós minutos. Por el camino de este ejercicio, por momentos psicodélico, los Purple introducen pequeños elementos de temas antiguos como “Mandrake Root”, un tema original de la primera época del grupo. El final del disco es una tremenda orgía donde Blackmore y Lord acaban enzarzándose a toda máquina.
Probablemente en ese momento ninguno de los componentes de la banda imaginaban la enorme repercusión que “Made in Japan” tendría en el futuro para las generaciones venideras. Es misión de todos que esta obra maestra se perpetúe en el tiempo. Por los siglos de los siglos…
Tracklist:
1. Highway Star
2. Child in Time
3. Smoke on the Water
4. The Mule
5. Strange Kind of Woman
6. Lazy
7. Space Truckin´
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